QUE KITSCH ES TODO – Hoy: Venimos en son de paz
Por El
Tío Matt (el viajero)
Bienvenidos
a la nave del misterio.
A
principios de los 80 el equivalente al IMSERSO de la estrella Sirio organizó un
viaje a la costa española antes de llegar se maquillaron bien y se hicieron
varios liftings y a su llegada con ganas de cachondeo, sangría y playas,
dijeron la ya famosa frase Venimos en son
de paz y parranda. Lo que no sospechaban es que el sector hostelero español
ya tenía sus propios planes para que estos turistas se dejaran los cuartos en
los chiringuitos de la costa del sol: sardinas a 10.000 pesetas la docena, añas
a 1.000 ptas y 5.000 ptas el litro de
sangría. Exprimimos vilmente y sin piedad a estos primeros astro turistas.
Después de este incidente los tour operadores de toda la galaxia dejaron de
ofrecer España como destino turístico, desviando todo el turismo a Norte
América, una tierra más acostumbrada a tratar con diferentes culturas sin la
necesidad de llevárselos al huerto. Esta es la explicación de que los
extraterrestres siempre elijan USA para sus vacaciones y puentes. Nos trajeron
sabiduría, ciencia y una moda que tan sólo locomía supo adaptar a la cultura
española.
Otro
famoso extraterrestre que visitó la tierra en la década de los 80 fue E.T. No
está muy claro de que planeta procedía y por su parecido con una caca es mas
que razonable que viniera de un planeta de mierda (disculpen esta licencia
escatológica). Este simpático extraterrestre en lugar de traer paz y amor (como
otros coetáneos) sólo nos trajo enfermedades contagiosas y bacterias, y si no
que se lo digan a Elliot. Se trató de un
caso de salud pública y la humanidad se vio en la obligación de deportarlo.
¿Recordáis
a Astrako? Compañero y amigo de Yupi, aunque fue este último el que se quedó
con la fama, pese a tratarse de la mascota de Astrako. Ambos procedían del
planeta Tacatón. Su nave se avería y se ven forzados a aterrizar en la Tierra, más concretamente
en un pueblo de la España
profunda. Astrako supo enseñar a los rudos españoles que se podía coexistir en
paz y armonía entre seres de distintas galaxias. Fue la principal figura en la
lucha del apartheid intergaláctico, una especie de Nelson Mandela por así
decirlo. No se menciona nunca en la serie pero Astrako era un guardián espacial,
del mismo cuerpo de élite que Buzz Lightyear (observad su uniforme e
insignias).
Su
verdadero nombre era Gordon Shumway, procedía del planeta Melmac y era un ávido
devorador de gatos. Todos lo recordamos como A.L.F. Este grosero y maleducado alienígena
era sin lugar a dudas mi favorito, y no sólo por el echo de tener que aguantar
a la insoportable familia Tunner con sus innumerables chorradas y mojigatería,
que ya dice mucho de él, sino por su mala leche, su interminable gorronería, su
egoísmo, su irresponsabilidad y su fabulosa salud emocional. (Existen muchas
similitudes entre ALF y Roger, el alienígena alcohólico creado por Seth
McFarline para su Padre made in Usa). Ojala se hubiese comido a Lucky y hubiera
dado una maravillosa lección evolutiva a los Tunner.
Se ve
que E.T. habló del sistema sanitario terráqueo a su primo Mac y este vino junto
con su familia para un tratamiento antiséptico y desinfectante. Voy a citar a
Ángela Armero ya que me ha hecho mucha gracia su síntesis de este “amigo Mac” :
Mac es horrendo, tan feo que parece Quique
Camoiras sufriendo un shock alérgico, Se comunica con sus familiares de otro
mundo silbando fiuuuu y poniendo las manos en una postura de
“llevo un jarrón cuidadosamente”
Mac, a parte de sus problemas de parecerse a
una caca, como su primo E.T. también era adicto a la cafeína y se pasaba el día
buscando desesperadamente Coca Cola. Y es que ese es el problema de no tener
una política fronteriza mundial, que se nos cuela cualquier energúmeno intergaláctico
sin papeles y con problemas de adicción.
Otro
caso de UFOS famoso ocurrió en 1985. Un grupo de jubilados descubrieron
fortuitamente una piscina abandonada, con aguas medicinales pero con una pega,
algo parecido a excrementos de mamut flotaba alegremente en sus cristalinas
aguas, bien podría haberse tratado del mismo mamut el que flotara en la
piscina, cocodrilos furibundos o un gran tiburón blanco, nada iba a separar a
este grupo de ancianos de algo gratis. Y bien pensado, no había nada en el agua
que no hubiese también en la piscina del geriátrico del que provenían, así que
“Al agua patos”. Al parecer se trataba de crisálidas, o pupas, de
extraterrestre y los tiernos abueletes habían consumido su vitalidad, es decir,
estaban pochas. Cuando el jefe de los alienígenas se enteró de la jugada ya era
demasiado tarde, al pedir explicaciones al grupo de ancianos estos
respondieron: Hombre, tendrías que haber puesto un cartel o algo.
Bueno,
bueno, bueno, ya es hora de abandonar la nave del misterio. Hubo muchos otros conocidos y muchos más de
los que no se ha tenido constancia pero recordad, mis queridos lectores, la
verdad está ahí fuera.
Felicidades! Esto está en tu línea. Se pasa un buen ratico recordando... Un abrazo!!
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