¡Qué kitsch es todo! El auto de papá, por el tío Matt (el viajero)

¿Cuál era tu coche favorito de niño?, ese vehículo con algo especial, ese que si fueses un excéntrico multimillonario te comprarías sin dudarlo, por muy cacharro que fuera entonces (seguro que con los años no habrá mejorado).

Yo siempre he sido un enamorado de los coches. No tengo ni idea de mecánica, pero a modelos y marcas nadie me ganaba. Compré todas las colecciones de cromos de coches que salían, lo que no me convierte en una autoridad en la materia, y el hecho de que cambié todos (unos 500)  por el del Ferrari Testarrossa, que era el mas difícil como se decía a finales de los 80, no me convierte en el más listo del mundo. Pero co mo las opiniones son como los culos, ahí van mis favoritos.

Los niños ochenteros valorábamos un coche la cantidad de pegatinas que llevara pegadas. Y el súmmum era el SEAT 127 FURA TURBO CRONO, todo pegatinas. Un coche, el Crono, que sólo se fabricó en tres colores (rojo, negro y gris metalizado). Antecesor del Ibiza y heredero del 127. Se fabricó hasta 1986 y si hoy quisiéramos comprarnos uno en perfecto estado nos costaría unos 2.800 euros, una locura.

Entre los grandes clásicos ochentenos que recuerdo con mayor cariño está el Renault 11. No puedo explicar la fascinación que sentía por este vehículo, una joya de la tecnología francesa al servicio de la humanidad. En cuanto a la calidad, posiblemente no fuese el mejor automóvil del mundo, pero la cuestión es que era un coche precioso. Esta monada se fabricó durante casi toda la década y es que ya se sabe, Renault suele ser muy fiel a sus modelos. Comprar uno de estos que funcione nos saldría por unos 1.200 euros.

Y ¿qué fue de aquel maravilloso SEAT RITMO? Muchos ni siquiera lo recordaran, pero este vehículo era el terror de las carreteras a principio de los 80 ya que era el más utilizado por la Guardia Civil de Tráfico. Un coche del que desde entonces no he vuelto a oír hablar mucho. No me queda muy claro cual fue la evolución de cual (como los Pokemon) si el SEAT RONDA fue primero o lo fue el RITMO, pero a mi entender este último tenía mayor encanto. Lo sé, lo sé, se trata de un diseño de FIAT, pero es que SEAT sabía españolizar muy bien los vehículos de FIAT haciéndolos mas entrañables. Al parecer este coche ya ha alcanzado el estatus de clásico, por que su precio se sitúe en unos 2.500 euros.

¿Os acordáis del Opel Manta? Lo recuerdo como un fantasma, un deportivo blanco muy bajo, predecesor del coche “choni” por excelencia, el Opel Calibra. Se dejó de fabricar en 1988 y su precio de venta actual, según la prestigiosa página web de coches clásicos “yclasicos.com” es de 4.000 € (esto es de risa, mi coche con 6 años de antigüedad esta tasado en el mismo precio).

Atención a lo que va a venir ahora, su propio nombre hace temblar a los mas asustadizos… el Renault FUEGO, dios mío! Cuantas expectativas con un nombre tan poderoso, atención a la pegatina
TURBO, esto ya son palabras mayores. Sólo recuerdo haber visto uno en mi vida. Si buscas por Internet se pueden localizar varios prototipos para actualizar este modelo y debo reconocer que se trata de unos coches muy bonitos. Se trata de una versión deportiva del Renault 18 (el coche más cómodo del mundo). Por 1.900 euros te puedes permitir el caprichito. Se trata del vehículo más longevo de los que estamos hablando, ya que se fabricó durante 15 años, y es que me reafirmo en lo de la fidelidad de Renault a sus modelos.

Si había un coche ostentoso, exagerado, bizarro, enorme, monstruoso, … era el Citroen CX Palas, un coche que de tan feo que era, era bonito, rebasó la cota mas alta de fealdad
y se convirtió en una obra de arte

Fabricación: 1974 -1981
PRECIO VENTA ACTUAL (yclasicos.com): 1.500 euros.

Si el Renault 11 era la niña de mis ojos, el gran coche de mi infancia era el coche de la película “Un vampiro adolescente”, al
protagonista, un vampiro lechuginesco, su mentor, un tal señor muerte, le regalaba un fabuloso BMW (no se si sería el M6), de
aquella película sólo recuerdo el coche y aunque su protagonista era el afamado Robert Sean Leonard (o Wilson en House y
ganador de varios Tony’s) el único interés de la película. Este coche si es un clásico en toda regla y su precio de venta ronda los
20.000 euros (más de lo que costaba nuevo). Podríamos estar hablando de coches ochenteros durantes horas, y se me quedan muchos
en el tintero, quizá algún día vuelva sobre el tema ya que es injusto no hablar del Talbot Horizon, el chrisler 150, el peugeot 505, el Renault 5 triana, el opel Kaddet, el ford fiesta y el orion, etc etc. Pero otro día será.