La banda mallorquina L.A. editó durante 2013 su fantástico disco Dualize, un larga duración de diez temas (temazos, mejor dicho), más un bonus.
Desde la primera escucha se perciben dos cosas: la primera es la influencia del rock estadounidense más tradicional (no en vano el disco se grabó en Oregón), al estilo Buffalo Springfield. En ocasiones suenan, por qué no decirlo, demasiado parecidos a Pearl Jam. A ello contribuye la voz rasgada de Lluís Albert Segura, muy parecida a la de Eddie Weder, aunque ya hubieran querido los de Seattle incorporar a cualquiera de sus últimos discos alguna canción de este Dualize.
Y esa es la segunda característica que se aprecia: la enorme calidad de las composiciones, la fuerza de las melodías y de los estribillos. Es un disco que entra poco a poco. Sus primeros cuatro temas son fantásticos, pero cuando suena el quinto, Under Radar, uno sabe que está oyendo uno de los mejores trabajos de la música española de los últimos años. Y la experiencia se repite tres canciones después cuando empiezan a sonar las primeras notas de All Those Silences. Para rematar, a continuación, suena In The Meadow, un auténtico hit que ya quisieran para sí algunos de los músicos más importantes del planeta. Hay grupos ingleses que con mucho menos que una canción como esta se han hecho un hueco en el panorama musical.
No extraña que L.A. estén recogiendo éxitos internacionales desde el lanzamiento de su anterior disco, SLNT FLM, con el que consiguieron ser invitados al Festival de Reading, siendo la primera banda española en hacerlo en los últimos treinta años (los anteriores habían sido Barón Rojo en 1982).
Dualize es uno de los mejores discos de lo que llevamos de siglo en nuestro país. Imprescindible.
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